lunes, 29 de febrero de 2016


Tal y como esperaba, esta semana sigo leyendo Historia de un canalla de Julia Navarro con más de 850 páginas y La fuente de oro de Juan Pedro Cosano de 600 páginas.

No obstante, quiero empezar a leer también Estuario de Joaquín DHoldan, una novela policíaca ambientada en un Montevideo marcado por el recuerdo de la dictadura militar y los ecos lejanos de la batalla del río de la Plata en plena Segunda Guerra Mundial.

SORTEOS.

Eva de La historia en mis libros está celebrando por todo lo alto su 7º Aniversario bloguero con un montón de apetitosos sorteos.



 






Francisco del blog Un lector indiscreto sortea un ejemplar del libro Yo también fui Jack El Destripador de Fernando García Calderón.





jueves, 25 de febrero de 2016

de Ross Macdonald.


Título: La Wycherly
Autor: Ross Macdonald
Editorial: Navona, 2015 (1961)
Páginas: 368.

Resumen oficial.

Lew Archer está lejos de su casa y con bastantes probabilidades de que lo incriminen en un homicidio. Un hombre del sur de California llamado Wycherly lo ha contratado para que encuentre a su hija. Cuando llega a San Francisco, el rastro de la muchacha de ojos oscuros lleva a Lew directamente hasta su madre, la rubia y alcohólica ex-esposa de Wycherly. Entonces empiezan a producirse muertes, y antes de que pueda encontrar el sentido de algo de lo que ocurre, tanto la madre como la hija desaparecen. 

En medio de un laberinto de niebla y asesinatos, pasiones equivocadas y extorsiones, Lew tiene que encontrar tanto a la mujer Wycherly que está muerta como a la que todavía sigue con vida...

Impresión personal.

La Wycherly en la novela número nueve protagonizada por el detective Lew Archer creado por Ross Macdonald, seudónimo de Kenneth Millar. No había leído nada del autor y lo cierto es que me ha sorprendido gratamente tanto el personaje principal, como la trama y la manera de escribir tan directa en que está escrita esta novela.

En la novela llama la atención su protagonista, un detective del que no se cuenta nada. No se nos dice en ningún momento nada de sus situación familiar, de dónde viene, qué le ha podido pasar en el pasado, algún hecho de su vida anterior salvo que fue policía, qué piensa. Nada de nada y, sin embargo, a medida que vas investigando paso a paso con él con una lógica aplastante y sin dejar ningún cabo suelto, vas compenetrándote con él. Es su manera de actuar y sus diálogos parcos y tajantes los que te van indicando que Lew Archer es un buen tipo que no se deja impresionar ni por el dinero, ni por el aspecto ni mucho menos por la posición social de las personas que están afectadas en su investigación. Es además meticuloso. No deja atrás a ninguno de los personajes que han tenido contacto con alguien relacionado con el caso que lleva: el taxista, el camarero, el portero del hotel, la casera,... Todos ellos son relevantes para desentrañar una trama que es una verdadera maraña en la que el mismo está perdido y no duda en reconocerlo en varias ocasiones a lo largo de la novela. No se saca nada de la manga sino que la investigación sigue un curso lógico y continuo donde va encontrando hilos de los que seguir tirando hasta encontrar los hechos reales que han ocurrido sin dejar nada al azar o la suerte. Si tuviera que buscar un detective, no lo dudaría. Nadie más meticuloso y serio que Lew Archer, un verdadero profesional.

Esta forma de investigar del protagonista, ese paso a paso, no constituye un problema para que la trama de la novela te intrigue y te sorprenda. El primer sorprendido muchas veces es el propio detective que además, en muchas ocasiones, ha de enfrentarse incluso a quien le contrata para investigar. Porque Archer no investiga en los bajos fondos. No, Archer escarba en las vidas de la gente pudiente, de la gente con dinero que no quiere que las verdades y sus miserias familiares salgan a la luz. No quieren escándalos ni que la policía sepa o investigue para que todo quede "en casa". Los trapos sucios intentan lavarse en la intimidad de las familias y en estas familias hay muchos trapos sucios y los delitos se cometen con total impunidad precisamente por la cobertura social que estas personas adineradas tienen. En este caso, el detective es contratado por un millonario que ha estado dos meses de crucero solo después de divorciarse y encuentra que su hija ha desaparecido desde el mismo día en que él embarcó en el crucero. La investigación desde ese fatídico día en que por última vez fue vista Phoebe Wycherly, le lleva a investigar a la madre de la chica, que también acaba desapareciendo. Una investigación muy compleja, con multitud de intervinientes, multitud de posibles líneas de investigación, personajes implicados y unas motivaciones que hasta el final no se desgranan y se aclaran.

El resto de personajes principales están muy bien definidos a lo largo de la novela y muchos de ellos, al realizar su papel, te despistan tanto como al propio Archer. Parece lo que no son muchos de ellos y otros son realmente lo que en un principio te parecen. Saber quien es quien es el problema. Los ricos y pudientes esconden mucho más de lo que cuentan que los personajes auxiliares de más bajo estatus social. De hecho, hay más maldad en ellos de lo que encontramos en las clases bajas de la novela.

La novela se lee muy rápido porque el autor juega con frases cortas y contundentes. Unos diálogos cortos pero muy claros. Nadie se enrolla pero todos dicen muchas cosas y eso hace que la investigación avance si pausa sin que nada sobre, ni siquiera las descripciones de las casas, hoteles, negocios, ... No se nos cuenta nada que no debamos saber y lo que se nos dice se hace de manera muy fotográfica de modo que rápidamente te sitúas en el mismo lugar que el detective antes de entrevistar a quien toque.

En conclusión, me ha gustado mucho el estreno que he tenido tanto con el autor como con el detective Lew Archer así que después de leer esta novena entrega, escrita en 1961, comenzaré con la serie. Como os podréis imaginar la novela se puede leer por libre porque es autoconclusiva y tiene una final redondo pero yo me animaré a leer más casos de Archer porque me ha gustado tanto el personaje como la forma de investigar que tiene.


martes, 23 de febrero de 2016

de David Llorente.


Título: Te quiero porque me das de comer
Autor: David Llorente
Editorial: Alrevés, 2014.
Páginas: 320.

Resumen oficial.

Max Luminaria era un chico muy callado. Sacó la mejor nota de selectividad de toda España y decidió estudiar Medicina. Una vez más, fue el mejor en los exámenes; el mejor en las prácticas y el mejor en el quirófano. Se lo rifaban todos los hospitales. No hubo cirujano más preciso ni vecino al que más quisieran los habitantes de Carabanchel. Lo saludaban por la calle. Le daban las gracias. Todos tenían a un familiar al que el doctor Maximiliano Luminaria había salvado la vida.

Su vida, fuera del quirófano, era diferente, ¿o a lo mejor no? La realidad es que no podrás, nunca más, sentirte aliviado porque se haya descubierto al asesino, porque, querido lector, los asesinos caminan entre nosotros.

Impresión personal.

El barrio de Carabanchel tiene miedo: el barrio de Carabanchel (en el fondo) es un animal herido: parece que (en la noche) toda la oscuridad del mundo se hubiera concentrado en sus calles: parece que (por el día) la tristeza más atroz mirara por los ojos de sus habitantes:  ha empezado a llover: podrá estar lloviendo años enteros: qué más da: hay cosas que no puede limpiar ni toda el agua del cielo.

¿Cómo puede un barrio concentrar tanta maldad entre sus calles? ¿tanta desidia? ¿tantas vidas aparentemente inútiles que se aportan tan poco a sí mismas? He leído esta novela con unas expectativas altísimas y eso es un riesgo supremo. Pero ha merecido la pena el riesgo porque me he pasado toda la novela participando y preguntando a ese narrador que nos está contando las mil y una vidas que forman parte del barrio. Es sorprendente como ha conseguido llevarme a su ritmo por calles, bares, colegios e instituto, cárcel incluida, conociendo el día a día de sus vecinos. Ha sido como conocer una colmena perfectamente organizada donde incluso todo lo que esconde está planificado y pasa desapercibido a cualquiera que pase por sus calles. Un narrador, que apenas se altera ante la crudeza de lo que cuenta, nos pone ante las vidas de un montón de personajes "reales" como Greta Santamaría y Marcelo Saravia, Susana Coelho y el árabe, Oskar Tofi y Martina, la directora del Instituto y la profesora de aleman, Petra y el padre Manuel y, cómo no, Max Luminaria, el asesino de la moneda. Me ha gustado especialmente este narrador porque me ha ido contestando a las preguntas que yo sola me iba haciendo a cada paso. Ha sido como si nos compenetráramos y supiera con antelación lo que iba a preguntarme. Me ha recordado las conversaciones que, aún hoy en día los viejos en los pueblos, sentados a las puertas de sus casas en sus sillas de enea, tienen durante días y días de verano donde le dan una vuelta al pueblo entero (bodas, bautizos, relaciones, accidentes y enfermedades, etc.). Un narrador que lo sabe todo del barrio y de sus gentes, de sus vidas, de sus miserias, miedos, ambiciones frustradas, etc.

Desde luego, es una novela coral porque en ella aparecen muchísimos personajes/vecinos del barrio y el autor va saltando de un vecino a otro sin respiro. Pasas de la vida, pensamientos o sentimientos de una pareja a otra vida totalmente distinta en otra ubicación del barrio. Resulta curioso que yo que habitualmente me pierdo con los personajes cuando son numerosos porque no los memorizo bien y sin embargo no me he perdido en este maremagnum de calles y personas que sin respiro se va sacando de la chistera el autor. Y eso que al principio al ver la innovación en la redacción de la novela pensé conscientemente que no me iba a enterar de nada y que iba a ser la más torpe de los blogueros que la habían leído. Nada más lejos de la realidad. Lo que, en un principio, me alarmó como cualquier cambio en tu rutina lectora o de otra índole, después me sorprendió por cómo le pillé el "truco" a su ritmo y al estilo que el autor utiliza para contarnos tantas historias a la vez. Puedo decir que no me he perdido en absoluto y que incluso a día de hoy memorizo muchos de los personajes que más me han llamado la atención, incluido, su personaje más escabroso, Max Luminaria. Supongo que a los puristas de la ortografía y la gramática, el estilo en que está escrita la novela no será de su agrado, pero a mi me ha parecido como un soplo de aire fresco en la literatura habitual, una muestra de que como en cualquier tipo de arte, la innovación puede tener su presencia y su hueco de mercado. Una apuesta del autor que admiro.

También es una novela negra ... negrísima. El asesino en serie protagonista, al que conocemos desde que era un niño acosado en el colegio hasta llegar a ser un médico cualificado de los mejores, es un ser meticuloso, sin escrúpulos, sangriento y, bajo su punto de vista, coherente. El autor o el narrador no escatima en detalles cuando nos cuenta lo que hace Max Luminaria, lo que piensa, lo que observa y le llama la atención, como secuestra, mata, conserva y disfruta con sus víctimas y, sobre todo, cómo pasa desapercibido en el barrio donde se le considera una excelente persona al servicio de la comunidad. Una acaba preguntándose cuántos Max Luminaria vivirán entre nosotros. No cuántos explotan en una situación determinada y matan un día, como algunos de los que ejercen violencia machista, sino cuántos llevan toda una vida ordenada cometiendo miles de fechorías y pasan ante nuestros ojos como personas dignas de admiración. Ese es nuestro protagonista principal. Un asesino sin escrúpulos que lleva una vida "escrupulosamente" ordenada. Alrededor de él, toda una serie de personajes que se autodestruyen o que se dejan destruir por el propio barrio metiéndose en drogas, prostitución, mafias organizadas, etc. entrando y saliendo de la cárcel del propio barrio como algo natural.

Te quiero porque me das de comer me ha parecido una novela brillante, dura y totalmente coherente. Me he visto por Carabanchel en aquellos años, un distrito "dormitorio" del Madrid obrero y lleno de emigrantes extremeños y andaluces que intentan a duras penas hacerse camino en un entorno que no es el suyo. Un barrio donde la gente no encuentra aquello que esperaba cuando llegó, donde las cosas son lo que parecen, miserables más que sencillas y en donde sobrevivir a todo lo que te rodea sin contaminarte era (¿es?) toda una hazaña destinada a unos pocos.

Os animo a leer esta novela. Creo que no podéis dejar de hacerlo. Miedos aparte por innecesarios, es original y diferente a lo que solemos encontrar en las librerías, independientemente del género. Yo por mi parte sé que volveré a leer a este autor. Me ha impresionado y me ha encantado.



lunes, 22 de febrero de 2016



Esta semana sigo leyendo dos libros que empecé la semana anterior: La posada del viajero de Armando Rodera y La fuente de oro de Juan Pedro Cosano. Voy algo retrasada, pero ya sabéis, la vida que no me da para más estos meses.

Como con estos dos libros no tengo suficiente y soy muy blanda, me han convencido para que empiece de forma conjunta Historia de un canalla de Julia Navarro, un librito de esos cortos, de apenas 864 páginas que seguro que no me dura nada en las manos (ahora es cuando me río a carcajadas).

SORTEOS.



Pedro de El búho entre libros y Teresa de Leyendo en el bus sortean un ejemplar de En tiempo de halcones de Fran Zabaleta.





Laky del blog Libros que hay que leer sortea cuatro ejemplares de El cazador en la oscuridad de Donato Carrisi, además de organizar nueva Lectura Conjunta del libro.










Fesaro de Libros en el petate sortea La ley del pícaro de Jordí Juncá.









Azalea Real de le blog La página 17 sortea un ejemplar de Cuando todo cambió de Donna Milner.








Laky del blog Libros que hay que leer sortea un ejemplar de Golondrinas en la almohada de Lucas Albor.







domingo, 21 de febrero de 2016



De nuevo, Laky del blog Libros que hay que leer convoca el Mes temático de la familia para el mes de marzo, mes en el que se celebra el día del Padre. El mes de la familia se entiende en sentido amplio. Pueden ser lecturas de las que llamamos Sagas Familiares, que a mi personalmente me encantan, o también cualquier libro que cuente la historia de na familia aunque no se remonte a generaciones del pasado.

Tengo varios libros que encajan en esta categoría así que tiraré de pendientes como El Diamante Azul de Care Santos y alguno e Kate Morton que me queda por leer.

Novelas leídas:

jueves, 18 de febrero de 2016

de Juan Gómez Jurado.


Título: Cicatriz
Autor: Juan Gómez Jurado
Editorial: Ediciones B, 2015
Páginas: 576

Resumen oficial.

Una historia absolutamente adictiva firmada por el autor español de thriller más leído en todo el mundo. 

Simon Sax podría ser un tipo afortunado. Es joven, listo y está punto de convertirse en multimillonario si vende su gran invento -un asombroso algoritmo- a una multinacional. Y, sin embargo, se siente solo. Su éxito contrasta con sus nulas habilidades sociales. Hasta que un día vence sus prejuicios y entra en una web de contactos donde se enamora perdidamente de Irina, con la inexperiencia y la pasión de un adolescente, a pesar de los miles de kilómetros que los separan. 

Pero ella, marcada con una enigmática cicatriz en la mejilla, arrastra un oscuro secreto. Una novela que te hará mirar de otra forma a la persona con la que duermes.

Impresión personal.

Empecé a leer Cicatriz de Juan Gómez Jurado en el mismo lugar y en la misma postura que otros libros, esto es, tumbada plácidamente en el sofá con mi perra Tara a los pies. Mi siguiente postura lectora ha sido con las piernas ligeramente flexionadas y la perra incómoda por el cambio de su posición rutinaria. De la flexión de las piernas he pasado a la de sentada estilo "indio" en un extremo del sofá para terminar prácticamente en cuclillas bajo la mirada alucinada y tensa de Tara. Si me hubieran filmado a cámara rápida cualquiera hubiera percibido la tensión que Cicatriz iba introduciendo en mis venas a medida que avanzaba en su lectura.

Cualquiera podría decirme que para qué leer un libro que te produce tal vértigo, tal desasosiego. Cicatriz es como montar en una montaña rusa vertiginosa, con grandes rápidos y caídas al vacío, algunos trayectos más planos que te dejan un respiro para abordar lo que está por llegar y, de la mano de los personajes, precipitarte hacia un final que te deja exhausta. Pero como las montañas rusas, ¿quien se resiste a la emoción? ¿al riesgo?

No soy capaz de determinar si Juan Gómez Jurado escribe manipulando conscientemente cada etapa por la que los lectores vamos a ir atravesando o si son los personajes los que van tirando de los hilos manipulándonos a todos, incluido al propio autor. El caso es que unos y otros convierten la historia en adictiva, en una verdadera droga de la que no quieres desengancharte por un lado, y, por otro, a la que estás deseando abandonar llegando a un desenlace que auguras inesperado.

Personajes contradictorios, contrapuestos pero coherentes todos ellos. Que no te chirrían en momento alguno, incluso cuando no compartes algunas de sus decisiones, tal y como me ha ocurrido a veces con Irina. Un narrador con la voz real del personaje que representa, con sus miedos, sus dudas y su tremenda y aplastante soledad. Personajes todos que se mueven sobre un tablero volátil e inestable, o al menos, a ti como lectora, te lo parece.

Cicatriz deja huella en el lector, aunque sea una pequeña mácula y te asombra que con el paso de los días un libro que se lee sin respirar y de forma vertiginosa, se te quede anclado en la memoria con tanta facilidad, con tanto poso.

¿Lo recomiendo? Desde luego. Sin duda. Si te gusta la tensión y la soportas, un ritmo rápido aderezado de profundas reflexiones pero camufladas en la trama sobre la pareja, la familia, la trata de perosnas o el mundo de los negocios, debes animarte a leerlo. Y si piensas que estos no son tus motivos y que este tipo de libros no son lo tuyo, debes leerlo también. Seguramente cambiarás de opinión.


lunes, 15 de febrero de 2016


Una entrada rápida y corta para contaros que esta semana estoy leyendo La fuente de oro de Juan Pedro Cosano un libro que pinta genial en lo poco que llevo leído. También estoy leyendo La Wycherly de Ross Macdonald, creador del personaje del detective privado Lew Archer.

Cómo el viernes anduve de viaje, por no variar, supongo que hoy recogeré La posada del viajero de Armando Rodera y comenzaré a leerlo con un poco de retraso respecto del resto del grupo.

Que paséis buena semana!!!


jueves, 11 de febrero de 2016

de Laura Garzón.


Título: Promesas de arena.
Autora: Laura Garzón.
Editorial: Roca Editorial, 2015.
Páginas: 300.

Resumen oficial.

Premio Mont-Marçal 2015. Una historia de amor al límite en el marco del conflicto palestino en Gaza. 

Sólo el amor y la tolerancia pueden trazar rutas entre la violencia, la desolación y el odio. 

Lucía acaba de terminar su carrera y viaja a Palestina como cooperante de una ONG. Está llena de ilusiones, de buenos propósitos, pero lo que encuentran en los Campos de refugiados rompe todas sus ideas preconcebidas. Las carencias rozan el límite de la supervivencia y nadie les espera, ni espera nada de ellos. En los campos de refugiados no sólo hay intereses altruistas, las facciones político-religiosas mantienen una lucha de poder constante entre sí y contra su enemigo Israel y por extensión Occidente. 

Lucía se encontrará con los dos polos humanos que imperan en los Campos: quiénes lo dan todo, como Fathia y Hamid; y con el Halcón, un palestino de padre inglés, educado en diferentes países, y con un magnetismo y atractivo que subyuga perdidamente a la joven cooperante. Descubrir quién es este hombre en realidad le va a costar muy caro a Lucía. Su pasión le alcanzará la gloria y la arrastrará al abismo.

Impresión personal.

He leído un par de libros que tratan sobre el conflicto entre palestinos e israelíes. El último, Dispara, yo ya estoy muerto de Julia Navarro, una novela que me gustó muchísimo y que trata mencionado conflicto desde antes de que éste comenzara, su origen y su resultado en la realidad que hoy seguimos viendo los occidentales en la distancia. Por eso, me gustó mucho ver que esta historia me devolvía de algún modo a estos lugares y a este conflicto, aunque su enfoque sea diferente y nos muestre otras circunstancias del problema palestino-israelí, todo ello condimentado por una historia de amor pasional y, casi siempre, enfermiza y opresiva.

Laura Garzón nos lleva de la mano de Lucía, una joven española que acaba de terminar sus estudios de asistencia social y que decide como tantos otros jóvenes embarcarse unos meses como cooperante de una ONG para vivir una experiencia que ni en sueños resulta tal y como ella lo había pensado. Una joven ignorante de lo que se va a encontrar en medio de un conflicto cruel, sin sentido, donde la población civil y la más desfavorecida intenta inútilmente sobrevivir a lo inevitable. Lucía se instala así en medio de ese conflicto, en un campamento donde apenas existen recursos alimenticios, medicamentos y cualquier utensilio de primera necesidad debido al bloqueo casi permanente que ejercen los grupos israelíes, e incluso, algunas facciones terroristas palestinas. En medio de ese desastre, Lucía evoluciona y crece como mujer y como persona pasando de ser una niña ignorante de un país "rico" a una comprometida cooperante que no duda en quedarse incluso cuando se le brinda la oportunidad de volver a su país. Me ha gustado mucho como refleja la autora esa evolución de la mujer, cómo pasa de ser prácticamente una niña malcriada a toda una mujer comprometida que se instala, a medida que avanza su experiencia, en la cultura y en la sociedad que la rodea.

Por otro lado, me ha parecido que la autora trata de forma excelente el entorno donde se desarrollan las vivencias de los personajes. Tanto la parte que sucede en plena contienda en los campamentos de la Franja de Gaza, como el tiempo en que vive refugiada por las tribus nómadas del desierto. La verdad es que pone los pelos de punta la realidad de los campamentos y el sufrimiento continuo de la población civil. Se percibe claramente en la novela el poco o ningún valor que tiene la vida humana simplemente por pertenecer a uno u otro bando y cómo hay seres deleznables que en esos contextos hacen de la desgracia un negocio vital mientras Lucía encuentra también a personas comprometidas que no dudan en sacrificar su vida por salvar cualquier otra, como Hamid y Fathia.

Pero además de toda esta parte que nos retrata a través de los ojos de Lucía, la situación bélica y política que se vive en la Franja hacia 2005 (situación que no ha mejorado en absoluto), Promesas de arena es una preciosa historia de amor. Un amor pasional que obedece a una atracción enfermiza entre Lucía y el Halcón, un conseguidor que opera en la zona, con gran prestigio, sin que nadie sepa muy bien cómo logra conseguir toda suerte de material. Atractivo, machista, evasivo pero pasional y seguro de su capacidad de atracción, inyecta en Lucía un veneno que la joven es incapaz de digerir y que se traslada a su vida actual ante una simple llamada de teléfono que casi consigue que su vida y su mundo de hoy en día pueda tambalearse.

Por todos estos motivos, Promesas de arena es una novela completa que me ha gustado muchísimo. Unos personajes bien perfilados en un contexto muy complejo y difícil de tratar sin entrar de lleno en las causas del conflicto pero que dibuja perfectamente la inmensa labor que realizan los cooperantes en su día a día y con unos medios a todas luces insuficientes. Una preciosa historia de amor en medio de tanto horror que se abre camino a pesar de todo y un profundo misterio en torno a los dos personajes principales que te mantiene pegada a sus páginas hasta desvelarlo en un final redondo.

Os lo recomiendo, sin duda.

  

martes, 9 de febrero de 2016

de Sarah Lark.


Título: La estación de las flores en llamas.
Autor: Sarah Lark.
Editorial: Ediciones B-Ebook, 2015.
Páginas: 840.

Resumen oficial.

Mecklemburgo, 1837: el sueño de una vida mejor convence a los familiares de Ida de emigrar a Nueva Zelanda. Pero cuando el barco Sankt Pauli llega por fin a la Isla Sur, a su pasaje le espera una sorpresa desagradable. 

¿Así es realmente la tierra prometida? Pronto el destino de Ida toma un giro tan inesperado como el de su amor secreto hacia Karl. Y por algún motivo, en esa tierra Ida solo encuentra amistad y protección en la exótica y singular Cat, una chica criada entre maoríes….

Hasta que llega la noche de la gran inundación.

Impresión personal.

Tengo aún dos libros de la Trilogía de En el país de la Nube Blanca sin leer porque sólo he leído el primer libro. De sentido común sería haber seguido leyendo esta Trilogía y no lanzarme a empezar una nueva Trilogía de esta autora ¿pero quien se resiste a Laky de Libros que hay que leer cuando te pilla su ímpetu por medio? Yo desde luego no así que aquí me tenéis habiéndome leído este "tochazo" y con dos tochos aún en la estantería pendientes. Mi sentido común brilla por su ausencia, evidentemente.

No me arrepiento desde luego, es sólo una auto-riña para leer los otros dos cuanto antes porque lo cierto es que a pesar del número de páginas los libros de Sarah Lark son muy entretenidos y se leen sin darse una cuenta. Son toda una mezcla de historia, paisaje y ambientes, costumbres, saga familiar y amores imposibles. Y todo ello, aliñado con una buena y sencilla forma de escribir, sin complicaciones, que te permite seguir tantas páginas sin apenas descanso y sin ningún tipo de confusiones a pesar de que hay muchos personajes y diferentes escenarios en Nueva Zelanda.

Si tengo que destacar lo que más me gusta de este tipo de libros, desde luego, diría la parte histórica y costumbrista. No tiene porqué ser necesariamente lo mejor pero sí lo que me gusta más a mi. Nueva Zelanda es una zona del mundo de la que no sabía absolutamente nada más allá de que estaba en el mapa y lo cierto es que esa mezcla tan bien hecha que hace la autora entre realidad histórica y ficción te dibuja una época muy llamativa en un mundo recóndito, lejos de los hechos en occidente que tanto conocemos. Sarah Lark nos sitúa en la Nueva Zelanda de 1837, una época en la que está ya recibiendo grandes olas de inmigrantes alemanes, ingleses y de otros países europeos. En el mundo actual pareciera que estas soberbias potencias que hoy se niegan a recibir inmigrantes de zonas desfavorecidas del mundo, nunca hayan tenido la necesidad de salir de sus países y ya vemos que la historia contradice esta idea. A Nueva Zelanda, un país con miles de nuevas posibilidades llegan los más pobres de estos países "desarrollados", los oportunistas, los esquilmadores y sin escrúpulos y hasta los delincuentes reconocidos, no los sospechosos de serlo como ocurre hoy en día. Resulta curioso con lo que estamos viendo a diario en los medios con los inmigrantes y también...desalentador. Por otro lado, ese orgullo europeo de los que llegan, a pesar de venir de la miseria más palpable, impide que las relaciones con las poblaciones locales, los maoríes vayan más allá de intentar robar y eliminar todo lo que sea ajeno a la cultura que ellos traen de sus respectivos países. En el caso de los alemanes, no quieren ni relacionarse con los ingleses y prefieren intentar crear poblados independientes ajenos a la posibilidad de mezclar sangres, costumbres o idiomas. Son verdaderos extremistas religiosos que rechazan cualquier tipo de innovación o uso que no pertenezca a su cultura.

Todos estos hechos, inmigración, culturas ultra-religiosas europeas, culturas ancestrales de los maoríes y las luchas entre ambas culturas, se reflejan a la perfección en la novela. Desde mostrarnos el tipo de vida que llevaban los inmigrantes en Mecklemburgo, su difícil viaje hacia la tierra prometida en el Saint Pauli, su decepción a la llegada y la matanza de Wairau, las inundaciones de Santk Paulidorf, la cría de ovejas y la exportación de la lana y las duras condiciones de vida de los que en esa tierra se abren camino. En todos estos sucesos la autora encaja perfectamente a los  personajes, unos personajes que se mueven por el territorio en función del tipo de comunidad al que pertenecen. Por eso ninguno cruje ni chirría aunque a veces su comportamiento te irrite por lo cerrado, lo odioso y lo extremo. Los dóciles, los que no se cuestionan nunca las injusticias, son excesivamente dóciles como le pasa a Ida, una joven mujer que lleva sobre sus hombros toda una educación cerrada, machista y religiosa que le impide respirar en un nuevo mundo lleno de luz. Los malos de corazón, lo son hasta el extremo como Ottfried, marido de Ida, que utiliza en beneficio propio esa cultura machista para vejar, violar y salir airoso casi siempre de sus odiosas acciones. Cat, un espíritu libre y luchador, que sacrifica su propia libertad por amistad y lealtad a la desgraciada Ida. A veces una amistad y lealtad llevada al extremo que yo deseaba que rompiera por enfermiza. Y Karl, el joven eterno enamorado de una mujer imposible, incapaz de renunciar a ella, que no deja de luchar por ese objetivo vital. Entre medias, una serie de personajes, maoríes o europeos, que se entremezclan a lo largo de todo el libro para dar sentido a las acciones de los personajes principales. Las acciones o la inacción de algunos de ellos ayudan a que lo que parece imposible, al final se pueda realizar y las piezas del puzzle encajen a la perfección.

No os cuento más, salvo que os animo a leer algo de Sarah Lark si no la habéis leído. Merece la pena y tampoco el que sea una serie os debe echar atrás porque los libros son autoconclusivos. Cuentan la parte de la historia de una familia y el resto suele comenzar con la siguiente generación. Son muchas páginas, si ... pero se hacen pocas y rápidas porque el ritmo es adecuado y lo que relata es tan interesante que cuesta despegarse de sus páginas sin saber como acaba cada historia.


lunes, 8 de febrero de 2016



Esta semana es para mi una semana laboral más corta porque en mi ciudad el Carnaval es quizá la fiesta más destacada junto a San Juan en junio, así que tengo "puente" hasta el miércoles. Eso me da más tiempo para leer, creo.

Empiezo leyendo Khimera de César Pérez Gellida del que ya llevo leído casi la mitad del libro y también he comenzado ya Cartas desde Tasmania de Anna Romer para la Lectura Conjunta que han organizado varios blogs. De momento, los dos libros me están gustando, cada uno en su temática, que es bien diferente.

Como supongo que alguno de los dos (sino los dos) lo acabaré antes de finalizar la semana creo que me decantaré por empezar La fuente de oro de Juan Pedro Cosano un libro de Planeta que me llamó muchísimo la atención cuando lo vi en las Novedades.

SORTEOS.




El blog De lector a lector sortea cinco ejemplares de El libro maldito de Kaj Korkea-aho.









Laky del blog Libros que hay que leer sortea cinco ejemplares digitales de La pieza que faltaba de Antonia Romero.






viernes, 5 de febrero de 2016

de Manel Loureiro.


Título: Fulgor.
Autor: Manel Loureiro.
Editorial: Planeta, 2015.
Páginas: 488.

Resumen oficial.

La vida de Casandra es casi perfecta hasta el día en que sufre un extraño accidente de tráfico que la deja en coma. A las pocas semanas, y tras una recuperación milagrosa, Casandra descubre que todo su mundo ha cambiado por completo: alguien ha empezado a acechar su casa y a su familia y además sufre una secuela inquietante que no puede controlar.

Atrapada en una espiral de violencia y asesinatos a su pesar, perseguida por las autoridades y por algo más que no es capaz de entender, Casandra inicia una huida desesperada que se puede cobrar un precio enorme: su cordura y su alma.

En Fulgor Manel Loureiro plantea un apasionante reto al lector: ¿Hasta dónde estarías dispuesto a llegar para salvar a los tuyos? ¿Qué sacrificarías de verdad? ¿Dónde están tus límites?

Impresión personal.

Hace ya casi un mes que leí esta novela y cómo veis la he dejado reposar de sobra. Sigo pensando lo mismo que cuando la terminé: no sé si he visto una película novelada o si he leído una novela visual. Por eso empiezo por el final de la reseña: a mi personalmente este libro no se me ha ido de la cabeza. Es raro porque no le veo una trama original en absoluto; es trepidante, rápido e inesperado como tantos otros thriller; se permite hasta el lujo de tener errores narrativos que muy bien Manuela, de Entre mis libros y yo, con ese doble sentido que la caracteriza, detecta a primera vista. Pero con todo esto, a mi este libro me hizo en algunas ocasiones ponerme casi en cuclillas en el sofá de la tensión y lo tengo perfectamente anclado a la mente. Y reconozco que no debería ser para tanto... pero ahí está el misterio.

Desde luego, con independencia de errores narrativos, que unos lectores percibimos más que otros, lo cierto es que es un libro muy visual. Tan visual que yo, al menos, he tenido la sensación todo el tiempo de estar viendo una película de acción, de tensión, a ratos escalofriante, a ratos esperanzadora, pero que realmente no te deja tregua hasta llegar a un final predecible pero abierto que te indica que quizás esa lucha que acabamos de vivir con los personajes, volvamos a encontrárnosla más adelante. El libro empieza fuerte, que no original, con una típica persecución en un bosque húmedo y oscuro de dos jóvenes que huyen de algo o alguien indeterminado que de alguna forma las obliga a reaccionar violentamente la una contra la otra y contra sí mismas, sin aparente intervención de terceros. A partir de este comienzo, empiezan a sucederse un cúmulo de muertes, asesinatos y hechos inesperados en una lugar donde, hasta el momento, pasaba poca cosa. He supuesto por las descripciones del autor que todo se desarrolla en algún lugar del norte de España por la humedad y la frondosidad del terreno, pero el autor no nombra en ningún momento donde acontecen lo hechos.

Los personajes están perfectamente definidos y consiguen posicionarte con mucha rapidez de un lado o de otro. Casandra es la gran protagonista, una protagonista que va evolucionando y creciendo a medida que va sintiéndose más segura y consciente del nuevo poder (o cruz) que tiene después del coma sufrido tras un accidente de tráfico. No sé si me gustaría tener un poder como el de Casandra. Seguramente no. No porque no lo considere útil sino porque identificar tanta maldad a tu alrededor, tanta sombra, tanto gris, a mi desde luego, no me dejaría vivir o convivir con normalidad. Y los malos, son malos malísimos. Sin escrúpulos, sin paliativos. No sólo se alimentan de la energía humana sino que disfrutan cada momento con su sufrimiento y no escatiman en ese disfrute ante personas que no tienen escapatoria alguna. Me han resultado por ello, terroríficos y he podido percibir muy cerca la maldad que les rodea.

Ya he mencionado que la temática en sí no resulta original porque es la eterna lucha entre el bien y el mal y lo cierto es que se percibe perfectamente ese bien y ese mal en los personajes y en sus acciones. Una lucha encarnizada donde como casi siempre parece que el bien tiene todas las de perder por su ignorancia, su dispersión y su falta de estrategia.  El mal siempre aparece (y esto es muy real) muy bien organizado, con medios perfectamente estructurados y con objetivos comunes que les hacen trabajar en equipos coordinados.

¿me ha gustado esta novela? Yo diría que ha cumplido perfectamente el fin con el que la empecé: entretenerme. Tanto lo ha hecho que ya veis que la sigo recordando y que de vez en cuando esos Negros y esos Hijos de la Luz se me vienen a la mente, como me pasa con algunos personajes de Stephen King. No la calificaría como una novela de terror aunque contenga cuestiones sobrenaturales y me haya tenido en tensión todo el rato. Creo que en la mezcla de géneros prima más el thriller. Ese ritmo vertiginoso que no te deja parar de leer, que te sorprende con giros inesperados y con acciones rápidas que te ponen los pelos de punta.


jueves, 4 de febrero de 2016

de Antonio Nieto Díaz.


Título: En busca de la ilusión perdida.
Autor: Antonio Nieto Díaz.
Editorial: Émepe, 2015.
Páginas: 128.

Resumen oficial.

En busca de la ilusión perdida es la segunda parte de la novela El oro de París. Antonio Martín, el marino que descubrió y entregó el oro desaparecido de París, tras diez años de monótona vida familiar en Alemania, siente llegar la crisis de los cuarenta y que ha perdido la ilusión. Decide buscar el aliciente para volver a ser el de antes y, de paso, mejorar su delicada situación económica. 

Regresa a España a visitar a su amigo Perry, del que hace tiempo no recibe noticias. Sin embargo, las aventuras van a llegar antes de que Antonio lo espere porque Perry ha desaparecido sin dejar rastro. Alguna pequeña pista lo lleva a embarcarse de nuevo y sin esperarlo se ve inmerso en una serie de hechos dentro de una intrigante trama delictiva internacional, hasta llegar a un desenlace sorprendente.

Impresión personal.

No sé cuanto tiempo hace que compré El oro de Paris y que lo tengo en el ebook pendiente de lectura, pero ya ha llovido desde entonces. Sin embargo, me he lanzado a leer este segundo libro de Antonio Nieto sin pensar que podría no enterarme de nada. Era su momento y el título casaba perfectamente con mi situación laboral (y seguramente, la de muchos de mis compañer@s). Por eso puedo deciros, que para leer este libro no es necesario haber leído el primero, aunque yo no tardaré mucho en hacerlo también.

En busca de la ilusión perdida es un libro muy ágil y dinámico. Si no fuera porque en su trasfondo tiene un mensaje claro, diría que es una novela de aventuras, de mucha intriga y misterio, de riesgo y con un final que no intuyes hasta sus últimas páginas y desde luego no desmerece.

El protagonista es un hombre de cuarenta años, Antonio Martín un marino desempleado que ante la costumbre y la rutina de un "puerto fijo", su edad crítica y sus inmensas dudas sobre su valía, necesita encontrar nuevos alicientes que le aclaren qué tipo de vida necesita seguir llevando. Duda de sí mismo, de si quiere a su mujer, a su hijo, de si vale para algo, incluso como hombre y no es feliz ante una vida asentada y llena de monotonía en una rígida Alemania. No hace falta ser hombre en la cuarentena ni ser marino ("culo inquieto") para sentir muchas veces esa misma sensación de llevar una vida robotizada ajena totalmente a tus deseos y a todo aquello que consideras que te haría feliz. Pocos hacemos lo que hizo Antonio porque tampoco somos muy partidarios de los cambios. En general, los llevamos mal y vivimos con miedo los imprevistos que precisamente vienen a sacarnos de esa rutina y ese tedio que nos embarga. Por eso, hablamos de "desconectar" en vacaciones, de "tirarnos a la bartola" como protesta a las obligaciones diarias, de "echar una canita al aire", ....

Antonio abandona a mujer e hijo para reencontrarse en su país con sus amigos del pasado y ese viaje al pasado le hará pasar, sin pensarlo, por un montón de aventuras y vicisitudes que terminan con un final sorprendente y cerrado.

Recomiendo este libro por varios motivos. Primero, porque Antonio Nieto escribe muy bien. De forma, clara y concisa. Va al grano en lo que ocurre sin aspavientos y por eso el libro tiene pocas páginas. No necesita más. Segundo, porque la historia de Antonio es también la historia de muchos de nuestros momentos, de nuestras etapas vitales, contada en formato aventura y llena de intriga y misterio. Tercero, y no por eso menos importante, porque el 100% de la recaudación de este libro irá a parar a Asociación Española adELA (Esclerosis Lateral Amitrófica) que se dedica a aumentar la calidad de vida de los enfermos de esta terrible enfermedad.


Animaros a comprarlo y leerlo. No os va a decepcionar y muchos se beneficiarán de ello.

Podéis comprarlo directamente al autor en su email.


miércoles, 3 de febrero de 2016



La verdad es que, teniendo en cuenta que durante el mes de enero a la vez que leía en mi tiempo de ocio, he tenido que leer dos libros para el Trabajo Fin de Grado y resumirlos, no considero que haya sido un mal mes. Me lo esperaba bastante peor. 
Además ya sabéis que este año tengo mi reto particular y es que todos los meses me he propuesto leer varios libros de los que acumulo en la estantería y, al menos, he leído uno que ya llevaba un año cogiendo polvo.


LIBROS LEÍDOS.
  • La estación de las flores en llama de Sarah Lark.
  • Tres muertes en Estambul de Francisco Granados.
  • La urna rota de Politikon.
  • Cicatriz de Juan Gómez Jurado. 
  • Promesas de arena de Laura Garzón.
  • En busca de la ilusión perdida de Antonio Nieto Díaz.
  • Sombras tras los cristales de Mario J. Les.
  • Te quiero porque me das de comer de David Llorente. (ESTANTERÍA)

AVANCE DE RETOS 2016.
  1. RETO GENÉRICO: 12/40 (30%) Libros entre leídos y reseñados. He terminado dos géneros.
  2. RETO 100 LIBROS: 8/100 (8%). 
  3. AUTORES DE LA A A LA Z: 8/28 (28,6%). 
  4. SABUESOS: 2 sabuesos encontrados.
  5. 25 ESPAÑOLES: 7/25 (28%). Libros entre leídos y reseñados.
  6. CIUDADES CON LIBRO: Carabanchel (Madrid)
  7. SAGAS FAMILIARES: Sin comenzar.
  8. LEYENDO EN EL TIEMPO: Completadas cuatro décadas.
  9. MI RETO PARTICULAR: 1 libro.

SORTEOS GANADOS.

Este mes he ganado:
  • Cartas desde Tasmania de Anna Romer. 

PREVISIÓN DE LECTURAS DE FEBRERO.
  • El peso de los muertos de Víctor del Árbol. (ESTANTERÍA)
  • El perro de Alejandro Palomas.
  • Cartas desde Tasmania de Anna Romer.
  • El esquema Kassandra de Atanasio FdH.
  • Estuario de Joaquin Dholdan Lema.
  • Khimera de César Pérez Gellida. (ESTANTERÍA)
  • La posada del viajero de Armando Rodera.
  • Juguetes de lo desconocido de Fernando Hernández González.
  • La fuente de oro de Juan Pedro Cosano.

Qué tengáis buen mes!!!

martes, 2 de febrero de 2016

de Mario J. Les.


Título: Sombras tras los cristales.
Autor: Mario J. Les.
Editorial: Terra Ignota (IBD)
Páginas: 626.

Resumen oficial.

Avanzado el verano de 2002,  Alex Astrain y Mailen Galdeano, acuciados por las circunstancias, deciden casarse, reuniendo a algunos de sus seres queridos en una ceremonia hilarante y marcada por una injustificable ausencia. 

Tras la boda, los novios y sus amigos más íntimos, Fran Dalmau y Lynette Kosgei, emprenden viaje de luna de miel hacia el cono sur de África, en tanto que Simeón y David, los veteranos millonarios mecenas de su sociedad audiovisual, aprovecharán la semana entrante para visitar el antiguo campo de concentración de Flossenbürg en busca de respuestas sobre Eyal Bérkowitz. Allí serán testigos de las confidencias de los hermanos Kraus, una pareja de supervivientes del horror nazi que alimenta entre las alambradas de Flossenbürg las últimas esperanzas de encontrar un tesoro familiar desaparecido en noviembre de 1938, durante la infausta Noche de Los Cristales Rotos. 

Viviremos junto a los Kraus la amargura y el dolor de una infancia de pesadilla, pero también seremos testigos de sus interes y de sus anhelos, en una ambiciosa puesta en escena que supura sensibilidad y misterio en grandes dosis, y en la que personajes históricos y ficticios se dan cita en una trama de inapelables efectos adictivos. 

Impresión personal.

Sombras tras los cristales es una segunda novela de la Trilogía que sobre el Holocausto nazi está desarrollando Mario J. Les. La primera entrega de la misma la leí el año pasado, El Plan Berkowitz, una novela que no sólo me encantó sino que además fue toda una sorpresa porque el autor hilvana perfectamente una trama sobre el horror nazi y la grabación de un safari en Kenya, dos ambientes que poco o nada tienen que ver.

En esta segunda novela, Mario repite un esquema similar y nos lleva esta vez con la generación joven a Sudáfrica y con la generación mayor volvemos a Flossembürg y también al de Ravensbruck, ambos campos de trabajo, siendo el segundo exclusivo para mujeres. No sabría decir cual de los dos libros me ha gustado más. Quizá este segundo ha tenido menos factor sorpresa porque yo ya conocía a los personajes y aquello que los une, algo que en el primer libro me llenaba de intriga porque no intuía la relación entre el anciano Simeon y los jóvenes socios de la empresa audiovisual Alex, Mailaen y Franck. No obstante, los dos libros se pueden leer por separado porque son autoconclusivos en cuanto al misterio a desvelar del presente y la emoción contada en primera persona de los ex-presos de los campos de concentración.

Ya lo he mencionado anteriormente, creo que por mucho que leamos sobre la II Guerra Mundial, nunca será suficiente porque cada experiencia individual es una gran historia de horror en sí misma. Quizás en unos momentos como los actuales en los que la extrema derecha vuelve a hacerse fuerte en países como Francia, Alemania, Dinamarca, Suecia, etc., este tipo de lectura es aún más necesaria, sobre todo entre las generaciones más jóvenes para evitar que tanto horror, tanta miseria y tanto odio no quede en el olvido y se vuelvan a poder repetir situaciones como las que refleja este libro.

En este caso, durante una semana de puertas abiertas del campo de concentración de Flossembürg, los dos hijos de Eyal Berkowitz, David y Simeon, conocen a Leni y Lina Krauss, dos hermanos supervivientes que fueron detenidos junto a sus padres, siendo niños, durante la noche de los cristales rotos, separados por sexo y enviados a los campos de Flossembürg (padre e hijo) y Ravensbruck (madre e hija). Ambos hermanos, se dedican durante esa semana de visita al campo a contarle de forma alterna y en primera persona a los hermanos Berkowitz, su terrible experiencia en ambos campos, donde los dos perdieron a sus progenitores y se quedaron completamente solos en plena infancia y en pleno horror. La verdad es que la historia contada por estos dos hermanos es espeluznante, sobre todo, porque el autor no escatima en detalles y esos detalles vistos por los ojos de un niño y una niña aún duelen mucho más. Es una historia del horror vivido, de las heridas aún abiertas que les impiden a uno y a otro en muchas ocasiones continuar su relato, pero también es una historia de valentía, de orgullo y de dignidad ante el desvarío y la maldad de tu oponente. A través de ellos volveremos a encontrarnos con Eyal Berkowitz y Isaac Rabinovich, ya que estuvieron con Leni en el mismo momento que él en el campo. Una historia llena de realidad porque conoceremos de primera mano a personajes reales que gobernaron ambos campos donde la crueldad de los dirigentes era la nota predominante.

Ambos hermanos confiesan a los Berkowitz su interés en encontrar una antigua reliquia de mucho valor perteneciente a su familia que alguien de su confianza había custodiado desde que los detuvieron esa infausta noche de los Cristales Rotos.

Por otro lado, los jóvenes socios de la empresa audiovisual Mendebaldea viajan a Sudáfrica para embarcarse en otro safari. Allí coinciden casualmente con la madre de uno de ellos y junto a otro cúmulo de casualidades puedes intuir que algo se esconde detrás de algunos personajes aunque nunca intuí cual era la relación de cada uno de ellos con toda la historia que estaba leyendo tanto en el caso del horror nazi como en el safari. No cuento más, salvo que cómo podéis imaginar, Mario enlaza perfectamente lo que ocurre en uno y otro escenario.

Evidentemente, de ambos escenarios me quedo con los de la Alemania nazi por una cuestión de interés histórico que no me dejará de atraer nunca. No obstante, me ha encantado la historia del inmigrante rescatado en Sudáfrica y las descripciones del entorno que realiza el autor.

En definitiva, os recomiendo este libro aunque empezaría por el anterior El Plan Berkowitz porque si bien la historia de los hermanos Krauss es interesante a más no poder, la anterior de Eyal Berkowitz está además llena de misterio y hasta temeridad y venganza. De cualquier forma, cualquiera de los dos por separado son un perfecto retrato de aquella época con altas dosis de intriga. Dos perfectos thriller históricos que enganchan de principio a fin.


lunes, 1 de febrero de 2016



Esta semana ya la empiezo con dos libros comenzados de los que llevo casi el 50% leído, así que no creo que me duren toda la semana. Son Un perro de Alejandro Palomas, un libro que lo estoy intentando saborear lentamente para sacarle todo el jugo que contiene. 

También estoy con el primer libro de Víctor del Árbol, El peso de los muertos que me tiene enganchada por no variar con este autor.

Como terminaré alguno de los dos con seguridad, sigo tirando de estantería y voy a leer Khimera del gran César Pérez Gellida, un libro que me tocó hace casi un año en el blog de Manuela de Entre mis libros y yo y que ya ha cogido suficiente polvo.

SORTEOS.




El blog De lector a lector sortea un ejemplar de Cartas a Siracusa de Lucía Feliu.









Albanta del blog Adivina quien lee sortea un ejemplar de Las hadas sin corazón de Ana Rosenrot.





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